martes, 29 de noviembre de 2011
La culpa no la tuve yo.
Sabías que yo capto las mentiras antes hasta de que me las digas? Que yo me entero de cosas que pagaría por seguir desconociendo? Que me gustaría que existiera un botón para borrar los recuerdos y con ellos el daño que causan? Crees que de un mes a otro yo me olvido de las mariposas en el estómago?Que quizá pienses que me falta un tornillo o simplemente que no está bien ajustado, pero sinceramente me da igual. ¿Porqué? Pues porque empiezo a estar harta de tropezar en la misma piedra un millón de veces, de aparcar a un lado lo que siento por culpa de la gente. Empiezo a pensar que no soy lo suficiente para ti, ni para él, ni para el siguiente. Pero eso también me da igual, me da igual porqué no pienso cambiar, porque si nací así no es para que alguien venga con su torpe sonrisa, sus ojos brillantes, y su labia al hablar y me convezca de que la Tierra no es el centro del universo, sino su boca, no necesito que corras junto a mi y me digas que soy tu mundo, porque jamás lo seré, hay gente que no puede ver más lejos de su propio ombligo, y por desgracia yo he conocido a demasiada gente así.
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