Decisiones.

Llega el momento de elegir un camino, un destino. Elegir entre ser feliz con nuevas oportunidades o seguir con esa felicidad momentánea pero con las cosas de siempre. Elegir en cometer ese error, que aunque sea un error te gustaría cometerlo por segunda vez. La cuestión es que mi felicidad nunca dependerá de nadie, pero que al fin y al cabo siempre depende de una persona, dos o incluso tres. Podemos pensar que la vida es un juego, un simple tablero de ajedrez donde nosotros somos las piezas y aquellas piezas son las que mueve el destino o podemos pensar que la vida es un juego donde gana quien tiene más. Podemos ser quienes queremos ser o quienes quieran que seamos.