Y aquí sigo, como nunca, igual que siempre. Respirando cada tonelada de felicidad como si fuera la última, porque nene, nunca serás tan libre como hoy, y yo no quiero amarrarme a ti, solo a tu cintura para que me comas a besos, si a ti te parece bien, y si no, correré detrás de ti en la arena hasta sacarte las palabras tiernas a cosquillas. Y esto cariño, es todo lo que puedo ofrecerte si te quedas a mi lado, es un riesgo que puedes asumir. Yo ya me arriesgué a que las canciones me hablaran de ti y las olas me trajeran tu recuerdo, porque al fin y al cabo arriesgarse a amar es arriesgarse a perder.
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