domingo, 22 de abril de 2012

Mil contradicciones, dosmil adicciones y un adicto que se contradice a sí mismo.


Todos estamos un poco rotos por dentro, por un amor que no fue, por los besos que no dimos o por las palabras que no dijimos. No se trata de arrepentirse de nada, se trata de aprender. De aprender a desaprender. A dejar de tragarte las palabras que quieres decir. A dejar de preocuparte por lo que piensan. A vivir. A poner la música que tú quieras, no la que se supone que debes oír. A ponerla jodidamente alta, hasta que bajen los vecinos. Y bailar, bailar hasta que sientes que vas a morir. Salir a medianoche, sin importar que pasará mañana. Dale tu corazón, da igual si lo rompe, ya lo arreglará otro. Deja de esperar al viernes, vive ahora. Porque si no es ahora ¿cuándo?

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