lunes, 4 de junio de 2012

Comencemos una revolución empezando por tu cama.


La casualidad sigue rondando en cada mirada que cae en el suelo. Quiero despertar entre unas sábanas y sentir que no son las mías, verte amanecer y regalarte la luna cada anochecer. Tu cuello es mi rincón favorito de esta ciudad y perderme junto con tu exhalación entre el hueco de tus dientes mi mayor deseo. Sigo llevando de pintalabios tus besos y de abrigo tus abrazos, que luchan contra el frío de otro mes de Septiembre en el que aunque no quedan razones para vivir, aún queda alguna para no morir todavía.

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