Conversaciones
en los últimos suspiros de un domingo de primavera con sabor a verano. Una
frase que destaca entre las demás. Alguien que se empeña en medir el tiempo, en
ponerme una fecha de caducidad, inexistente. Quizás un final, puede que un
comienzo, posiblemente una pausa y ante todo una vida vida por delante. Mezcla
de sentimientos disueltos con azúcar en un té, evaporando el dolor y endulzando
las esperanzas. Tú me dijiste que la suerte era para los valientes, como tú me
habías enseñado a ser, viendo cada amanecer como un nuevo comienzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario