lunes, 7 de mayo de 2012

No me digas que es imposible tocar el cielo cuando hay pisadas en la Luna.


Vamos a tirar la distancia por el el balcón, porque no nos importa. Ven conmigo al mar a gritarle al viento que has sido el mayor acierto de mi vida y a susurrarle que tus lágrimas saben más dulces que él. Mírame. Clávame tus pupilas y no las despegues de mí si no es para besarme, cuéntame todos tus sueños que yo los cumpliré uno por uno, hagamos locuras incomprensibles, deja que mis palabras se rindan a las tuyas una noche más. Porque estoy aquí, tan cerca que solo podrás verme si cierras los ojos, estoy aquí para sacar tus fuerzas cuando nadie pueda. Estoy aquí, hoy, y siempre.

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