lunes, 5 de diciembre de 2011

Escupe a la vida..

No soporto los silencios, metería mil y una palabras para rellenar esos huecos inmensos, aunque mejor me servirían tus besos; odio que me digan lo que tengo que hacer, si tengo ganas lo haré y sino, déjame en paz; odio que me aten, que me dejen sin libertad, que no pueda ser yo misma; las mentiras, la falsedad, las traiciones y los engaños, no están hechos para mí. Una tela medio rota es lo que me cubre, y a veces, solo a veces, dejo entrever mis sentimientos, porque me encierro en mí misma y es complicado sacarme de mis ensoñaciones, sueños e ilusiones inventadas. No cierro puertas, pero tampoco las abro, la llave se halla escondida en algún rincón de mi cuerpo. No quiero que me entiendas, ni que me comprendas, ni que me ayudes, solo necesito que me escuches y me prestes tu hombro, por eso de que alguna vez, se me escapa alguna lágrima. No quiero que me cambies ni quiero cambiar, si te gusto bien y sino, también. No me derrumbo si me miras, porque te pondré la sonrisa más bonita que hayas visto nunca, pero si me dices las palabras prohibidas, ya me tienes a tus pies. Soy lo más orgullosa y rencorosa que te puedes cruzar a la cara, pero nunca lo admitiré. Querré que me pidas perdón, pero jamás me oirás decir lo siento. Seré borde cuando solo oiga halagos de tu boca, por eso de que las mentiras, no van conmigo. Si tengo algo claro es porque ha sido tu día de suerte, nunca verás tantos caminos como en mi mente. Puedo reír hasta reventar, regalarte la mejor de mis sonrisas, pero también puedo llorar como la más frágil. Ir de débil no va conmigo, pero si puedes ver a través de mis ojos verás que de fuerte no tengo nada. Cambiaré de parecer una y otra vez, así que si hoy te odio, mañana te puedo querer. El callarme, el volver la cara y susurrar no me define, sino que te gritaré y te miraré hasta que la mirada duela. Me ganas con sonrisas, guiños y miradas, pero me pierdes con una palabra. Que odio los días lluviosos, en los que solo quiero meterme en la cama con una manta rodeándome y una taza de chocolate caliente. Que las mañanas soleadas me alegran el día y de paso, ¡la noche! Todavía no he visto un amanecer, pero cuando lo vea no será contigo, sino conmigo. Despiértame y comprobarás mi mal humor en estado puro, salvo que sean tus caricias las que me despierten. Odio la pasividad, necesito vida, energía y acción, aunque una tarde de paseo no la rechazaré. Háblame de todo y nada, pero háblame. Que soy una caprichosa, que persigo algo hasta quedarme sin aliento y cuando lo tengo, no lo quiero. Que complejos tengo miles, vaya, pero que al final mi espejo solo ve una sonrisa dibujada en mi cara. Confianza en ti, poquita tendré, has de ganártela como la lotería, quizás tengas suerte. Que soy todo lo mala que se puede ser, pero que una también tiene su corazoncito. Y que sí, que soy rara, diferente, anormal, loca... pero que me da igual, que las mejores personas lo son.

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