miércoles, 21 de diciembre de 2011

No es obsesión. Es la realidad.

Cuando llegas a amar mucho a alguien no puedes evitar que en tu cabeza solo este su olor, cada una de sus miradas, cada roce, cada coincidencia con él, cada tarde, cada paseo, cada beso, cada te quiero. TODO.Terminas volviéndote loca preguntándote si alguna vez te quiso, si alguna vez te dijo algo sincero, y sientes unas ganas irremediables de matarlo, de arruinarle la vida como él te hizo a ti, pero a los pocos minutos te arrepientes de haber pensado así, a la mente te vienen recuerdos a su lado que con nadie habías vivido antes; todas las sonrisas que te robó que aún no te devolvió. Piensas que aún le quieres, que aún sientes algo por él, pero convéncete, él ya no es nadie. Pura obsesión que se curará. ¿ Medicación?Levántate todas las mañanas, mírate al espejo y repitete a ti misma. "No me merecía, al fin y al cabo, yo era demasiado para el"Los primeros días llorarás, a lo mejor tartamudeas la frase, pero veras como según pasan los días esa idea se instala en tu cabeza y tu corazón volviendote a hacer sonreír y en definitiva y lo mas importante. SER FELIZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario