martes, 3 de enero de 2012

Abrazos. Recuerdos alrededor de una hoguera. Los mismos manjares sobre la mesa de todos los años, por tradición, de la cual no me quejo. Sonrisas y más gestos de cariño. Pero, desgraciadamente, algo empieza a rondar por mi mente. Suspiro de alivio: "Ah, sólo eres tú otra vez" Abuelos felicitándote por las notas. Brindis por el nuevo año. Tú otra vez. Regalos apilados unos encima de otros, muchas ansias por abrirlos y descubrir lo que contienen. Felicidad. Tú de nuevo. Pero estas Navidades no estás siendo una molestia. Simplemente te recuerdo y me sonrío a mí misma, porque sé que pensar en ti no me va a hacer daño. Esta vez echarte de menos no me va a fastidiar las navidades. Pero no puedo evitar, entre regalos y mensajes de felicitación, asomarme a la ventana y echarte un poquito más de menos, y darme cuenta de que sería aún más feliz si pudiera compartir este momento contigo.

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