viernes, 20 de enero de 2012

Por qué

Por qué es tan difícil decir algo tan sencillo. Por qué hemos dificultado tanto esas sencillas cosas como saludar o sonreír. Por qué las hemos limitado a mirarnos durante segundos que parecían interminables, preguntándonos cuando él/ella se había marchado, por qué no habíamos hecho nada para evitar que se marchase otra vez. Porque nos había costado verle, y cada día que pasábamos sin verle pesaba como estar atrapado con una losa sobre la espalda. Mi pregunta es sencilla, es un por qué. Por qué no hemos querido predestinarnos. O lo estamos, pero tal vez no nos hemos dado cuenta, o simplemente hemos querido no saberlo. Ahora sólo sé que sigues en mi cabeza, como una canción para anunciar productos en la televisión. Y me sigo preguntando por qué, no hemos hecho nada para evitar estar separados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario