Dicen que hay muchas oportunidades, que cuando se cierra una puerta se abre otra, que si las miradas matasen, yo estaría aniquilada. Que cada ocho segundos una pareja de rompe. Que las amigas a veces no son como crees y resultan no ser tan amigas. Que cansa estar siempre pensando en los demás y no poder pensar en ti ni un puto momento porque eres una egoísta. Que me hundo sí, me hundo con esas palabras. Mi valiente corazón se está pegando una sobredosis de cobardía, y parece que hay que darle la razón. Odio las despedidas, las miradas que desprecian, y sobre todo, me odio a mí, por estar así, sobre una cuerda floja que está a punto de romperse, porque no merece la pena. Que si me hundo, soy yo la que sufre, y hoy me he cansado de eso.