Me gustaría levantarme de la cama y encontrarme una rosa. Roja no. Blanca.
Una rosa dejada por alguien que piensa en mí y a quien todavía no conozco. Lo sé, un contrasentido. Pero me haría sonreír...
Arrancaría uno a uno los pétalos y escribiría letra a letra, una sola en cada pétalo, la frase de aquella canción tan bonita, y después tiraría los pétalos por la ventana.
El viento se los llevaría.
Podría ser que alguien los encontrase, los volviera a poner en orden y me viniera a buscar. Él quizás..
Ya, pero ¿quién es él?
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